viernes, 6 de junio de 2008

La carta que nunca fué enviada

Estimado paciente,

Entiendo que quizás desconozcas qué te trajo a mi consultorio, pero te aseguro que una parte de ti me necesita. Por si no lo sabes, paso a comentarte a grandes rasgos algunas de mis tareas.

Analizo tu sueño. Analizo tu olvido u omisión. Analizo tu resistencia. Analizo tu miedo y por ende tu deseo. Analizo tu conducta pero sin desconocer su origen inconsciente. Analizo tu pasado. Analizo tu elección de objeto. Analizo tu sexualidad. Analizo tus fobias si las tienes. Analizo tus repeticiones. Analizo tus emociones. La lógica que te detiene. La fuerza que te arrastra por caminos sinuosos de culpa. Evita encontrar sentido a lo que dices. Busca más bien liberarte del prejuicio. Confía en que recibo tus palabras y te doy las mías cuando no puedas hacerlo. Pero no olvides que todo empieza en tu propio discurso, yo soy solo quien te guía dentro de tus laberintos más propios. Ahí donde te pierdes. Donde confundes mi figura una y mil veces. Esta bien que desconfíes, pero es a ti mismo a quien le temes. Solo úsame para encontrarte, soy tu instrumento. Tus palabras dan sentido a mi trabajo, aunque te parezcan inútiles o bobas. Sin paciente no hay intervención. Tu papel no es pasivo, es el que dota de sentido este espacio. Yo no tengo la última palabra, ni la verdad definitiva. Esa la construiremos juntos paso a paso. Tu realidad es la mía. Trabajaré solo con lo que me digas, por eso te aconsejo que no te midas en este punto. No te juzgo, no te sentencio. Solo interpreto tu palabra. El precio que pagas no se compara con lo que te cuesta el síntoma que te aqueja y que te trajo hasta aquí. No te prometo la cura, te prometo el intento. Tengo emociones, reacciono de algún modo a lo que me cuentas, no soy un robot sentado que solo escribe compulsivamente en un cuaderno. Soy una persona también y hasta quizás he vivido lo mismo que tú. Pero créeme no conviene que lo exteriorice por el bien de este tratamiento. Si te decides a empezar ten la certeza de que estaré contigo cada semana, y te esperaré los días que no quieras venir. Este será tu lugar si te decides a tomarlo.

De igual modo, es indispensable me avises con 24 horas de anticipación tu ausencia. De honorarios hablaremos luego.

A la espera de sus noticias, se despide atentamente,

El terapeuta.

7 comentarios:

Nicolás dijo...

Me gustó tu escrito, es como un manifiesto del analista.

Me pasa que a la vez que quiero saber en que piensa mi analista exactamente, me doy cuenta de que no me conviene saber demasiado sobre eso, sino se rompería ese espejo que necesito. Pero la curiosidad nunca me abandona.
Mañana quiero llegar temprano, mejor me voy a dormir.


Seee aguante los martes!XD

Tina dijo...

Ana siempre me dice "usaste" mucho la palabra XX hoy. Y yo digo: A essssssta no se le pasa una!!! Jaja!

Muy buen post! Y es tal cual, me doy cuenta q es un calco de la realidad lo q decis!

Besote Luni!

Tina dijo...

Luni: Porqué no se dicen "psicólogo" en lugar de terapeuta? Por algo en especial?

Contame!

Tina dijo...

Respondeme nenita!

Luna dijo...

No te hagas la loca Tinita y respondeme el mail :P

Psicólogo es quien adquirió formación universitaria en el área psicológica. Terapeuta es quien aplica determinadas técnicas en la solución de una problemática(puede ser acupuntura también o musicoterapia por ej). En este caso el que emite esta carta es un analista que aplica tecnicas psicoanaliticas a un paciente.

Luna dijo...

Tina mi analista tambien se llama Ana!
jajja

Tina dijo...

JAjaja! Son lo más las ANAS! Las dos que conozco son divinas!

Y el mail... ouch! Me había olvidado., Menos mal vine y me refrescaste la memoria. Estoy en deuda, perdón!

Besoooooooo